Con lo a gusto que estaba yo dormido y este señor me tiene que recoger. Pero ¿dónde me lleva?, ¿dónde me está metiendo? ¡Uy! esto no me gusta nada. Ya me habían dicho mis colegas que podía pasar, puedes llevar un tiempo tranquilo, durmiendo, pasando el rato y de repente alguien te necesita y se acabó la tranquilidad.
Abre un cajón y me mete dentro. Oigo ruidos metálicos, cuando paran una fuerza tira de mí y entro por unos rodillos que me imprimen algo, ¿qué será esto que llevo puesto?
Cuando salgo de esos rodillos caigo lentamente en un soporte con otros de mis colegas, ellos también llevan algo. Ya nunca seremos como antes de entrar en esa máquina. No sé si seremos mejores, pero está claro que nunca seremos iguales que antes.
El señor con bigote, que nos sacó de nuestro letargo, nos junta a todos a la vez y le oigo leer lo que llevamos impreso.
“La Unión Europea junto con el comité internacional de Inspección Técnica de Vehículos (CITA) acuerdan las siguientes medidas para hacer más seguras las carreteras y reducir las víctimas en accidentes de tráfico:
Se realizará en tres fases…”
Estas medidas son muy buenas, aunque habrá personas que no estén de acuerdo, yo creo que todo lo que salve vidas es positivo.
Deja varios montones de nosotros encima de una mesa. Yo voy el primero, como me voy enterando de todo se lo voy contando a mis colegas.
Ha cogido algo metálico de color azul, tiene una ranura abierta por la cual mete nuestra punta izquierda, estamos un poco asustados … ¡no sabemos qué va a pasar! De repente, oímos un golpe y sentimos un pinchazo fuerte, como por arte de magia ahora estamos todos unidos por un gancho metálico que nos tiene bien atrapados. Aún sentimos el dolor cuando nos guarda en una carpeta de color verde. Ya no vemos nada, pero sí podemos oír.
No sabemos cuánto tiempo pasa hasta que notamos que alguien coge la carpeta, notamos la presión y el calor de su mano en nuestro lateral. Por lo que oímos nos lleva por un pasillo largo y de repente se para.
“- Hola Marga, ¿qué tal estás?
-Hola Arturo, pues muy bien, liada como siempre, ya sabes aquí es un no parar. ¿dónde vas tú? Siempre te veo cargado con carpetas de un lado a otro.
– ¡Jajaja! la verdad es que sí, eso es lo que les cuento a mis hijos cuando me preguntan qué hago en mi trabajo, mover carpetas de un lado a otro. Por lo que me ha contado Javier, estos documentos son un acuerdo muy importante que debo llevar a la reunión de hoy.
-Pero Javier no debería leer los documentos ¿no?
-Seguramente no puede, pero deberá comprobar que salgan bien, imagínate que llegan a la reunión y falta algo o alguno no está completo.
-Ya, quizá tienes razón, pero ya sabes que la confidencialidad aquí es primordial. Mi jefe asiste a esa reunión y me ha dicho que es un acuerdo que llevan tiempo trabajando, que puede cambiar la vida de muchas personas: dará más trabajo a los fabricantes de coches, habrá que investigar más y sobre todo los ciudadanos estaremos utilizando a nuestro servicio la tecnología en los coches. La conducción será mejor y más precisa, tendremos -además de nuestras habilidades- la ayuda de la tecnología en las carreteras.
-Parece un buen acuerdo. No sé qué implicará ese documento, pero hace unos meses mi hija se salvó de un accidente grave gracias a que el coche tenía frenada de emergencia.
-En serio, ¿qué le pasó?
-Una niña estaba jugando en el parque con el balón con tan mala suerte que, de una patada fuerte, el balón se fue rodando a la carretera y la niña sin pensarlo se lanzó a por él cruzando entre coches. Mi hija en ese momento pasaba con su coche y no vió a la niña, gracias a que su coche tenía la frenada de emergencia, cuando el coche la detectó frenó en seco, salvando la vida de la niña y la de mi hija. El susto se lo dieron ambas, pero quedó en eso. Así que, con salvar solo una vida, ya vale la pena, ¿no crees?
-Vaya susto se tuvo que pegar tu hija y la niña, sin duda esto es una ayuda fundamental para todos. Pero no por ello debemos olvidar la educación vial. Esa niña debía haber pedido el balón a un adulto. A ver si ahora, como los coches nos van ayudar, vamos a desatender lo importante y lo que cambia la sociedad: la educación. Bueno, no te entretengo más que al final se hace tarde para llevar la documentación. Un día tenemos que tomar un café, ¿te parece?
-Por supuesto Marga, sería genial cuando quieras. Ya sabes, me puedes encontrar por los pasillos.
-Que pases un buen día.
-Igualmente.”
Dejamos de oír hablar a esas personas y nos movemos de forma más rápida ¿dónde iremos? Me ha quedado claro que lo que nos han puesto encima es muy importante para salvar vidas.
Seguía yo en mis pensamientos cuando se hizo la luz. Nos sacan de la carpeta a todos juntos ya que vamos unidos. Hay una mesa grande y mucha gente.
El señor que nos tiene cogidos le sudan las manos, nos deja encima de la mesa y saca un objeto alargado de su bolsillo, quita una tapa y lo va acercando hacia a mí. ¿Quién me hace cosquillas? el objeto se desliza rápido y va dejando tinta fresca en mí, no tarda mucho en pasar al siguiente y así va haciendo lo mismo con cada uno. Una vez ha terminado con todos los que estamos unidos, nos desliza por la mesa y nos coge otra persona. Esta tiene las manos frías y su objeto es más elegante, se desliza un poco más despacio y su tinta tiene un color un poco diferente, hace daño ya que aprieta mucho el objeto contra mí, casi llega a mi colega de atrás. Así deslizándonos por la mesa, vamos pasando por todas las personas hasta que llegamos al principio.
Todos han escrito encima de nosotros. Ahora un señor sostiene en la mano un objeto diferente y de un golpe estampa algo encima de nosotros. Va dando golpes en todos.
Ahora aplauden y se dan la mano entre las personas que estaban en la mesa. Será un ritual más suyo… creo que lo que nos han puesto encima es algo muy importante. Eso significa que nos van a tratar bien, he oído historias que dicen que si no nos necesitan nos llegan a romper en pedazos o nos meten en una máquina que nos tritura, yo no me lo puedo creer, las personas parecen muy agradables, es verdad que hoy nos han hecho muchas cosas, ¿quedará algo más? Estoy cansado.
Nos vuelven a meter en la carpeta verde en la que hemos llegado, cuando la vuelven abrir estamos en una sala mucho más pequeña, el señor con bigote nos quita el metal con el que estábamos unidos, que nos ha dejado unos agujeros, eso ya nunca se podrá arreglar.
¡Oh, no! Nos está metiendo en una máquina, yo pensaba que era importante, no quiero saber si las historias que me han contado son ciertas. Bueno, no puedo hacer nada así que me dejo llevar. Entro en la máquina y ponen una tapa encima de mí, me quedo a oscuras unos segundos y de repente, una luz me recorre de arriba abajo, cuando deja de hacer ruido, abren la tapa y me vuelven a poner junto a mis colegas. Veo que uno a uno vamos pasando por esa máquina. Está claro que no nos ha pasado nada malo. Ahora volvemos a estar todos juntos y veo que el señor con bigote, sujeta con la mano el mismo objeto azul que nos hizo estar juntos y que nos dejó unos agujeros. Nos mete en la ranura y al apretar sentimos el mismo pequeño dolor, tenemos otros dos agujeros nuevos y volvemos a estar unidos.
Nos mete en la carpeta verde y notamos que nos movemos. Estamos todos expectantes ¿a dónde nos llevará ahora? Después de un rato largo, vuelve abrir la carpeta, nos saca y nos deja encima de una superficie fría y metálica. Desde aquí veo que hay muchas estanterías, llenas de archivadores, que rodean todo el espacio y en el centro muchas cajoneras. Abre un cajón muy grande y profundo, empieza a pasar carpetas. Está buscando algo. De repente, para y nos mete en un hueco que ha encontrado. Nos deja allí. Parece que nuestra misión ha terminado, podemos relajarnos.
En el cajón hay un montón de nuevos colegas, casi todos están unidos en grupos, igual que nosotros. Es estupendo conocer a otros que han vivido lo mismo.